Elementos del Grupo Especializado en la Atención a Violencia Familiar y de Género (Geavig) rescataron a Don Juan Antonio ‘N’, un anciano de ...
Elementos del Grupo Especializado en la Atención a Violencia Familiar y de Género (Geavig) rescataron a Don Juan Antonio ‘N’, un anciano de avanzada edad, en la supermanzana 219 de Cancún, después de hallarlo en una situación de abandono.
Los eventos se desencadenaron cuando una vecina preocupada por el bienestar del hombre de 64 años llamó a la línea de emergencia 911. Ella informó que no había visto al señor durante varios días y que había escuchado voces exaltadas provenientes de su residencia.
Decidiendo actuar en colaboración con la familia, la mujer decidió explorar la vivienda de Don Juan Antonio. Su descubrimiento fue conmovedor: el anciano había estado sin comida durante cuatro días y mostraba signos evidentes de debilitamiento.
Con la autorización del anciano, los agentes entraron en la residencia con la intención de dialogar con él y obtener una comprensión completa de su situación actual.
En la conversación que se siguió, el anciano compartió su dolorosa realidad: contaba únicamente con una hija viviendo en los Estados Unidos y un nieto que residía en Cancún. Sin embargo, según los relatos de Don Juan Antonio ‘N’, su nieto no estaba en condiciones de cuidar de él. Esta triste circunstancia condujo a su inmediato traslado al Hospital General, donde recibiría la atención médica necesaria para tratar la desnutrición y deshidratación que padecía. Estas condiciones requerían una intervención médica urgente.
Los eventos se desencadenaron cuando una vecina preocupada por el bienestar del hombre de 64 años llamó a la línea de emergencia 911. Ella informó que no había visto al señor durante varios días y que había escuchado voces exaltadas provenientes de su residencia.
Decidiendo actuar en colaboración con la familia, la mujer decidió explorar la vivienda de Don Juan Antonio. Su descubrimiento fue conmovedor: el anciano había estado sin comida durante cuatro días y mostraba signos evidentes de debilitamiento.
Con la autorización del anciano, los agentes entraron en la residencia con la intención de dialogar con él y obtener una comprensión completa de su situación actual.
En la conversación que se siguió, el anciano compartió su dolorosa realidad: contaba únicamente con una hija viviendo en los Estados Unidos y un nieto que residía en Cancún. Sin embargo, según los relatos de Don Juan Antonio ‘N’, su nieto no estaba en condiciones de cuidar de él. Esta triste circunstancia condujo a su inmediato traslado al Hospital General, donde recibiría la atención médica necesaria para tratar la desnutrición y deshidratación que padecía. Estas condiciones requerían una intervención médica urgente.
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